sábado, 10 de diciembre de 2011

El "ocio" como origen de la filosofía


                                             

                                                         "Ocio, mujer, playa"



La filosofía para los griegos significaba amor a la sabiduría. Este término se halla relacionado con el término "ocio", que significaba "el tiempo que tengo para ser "ser humano", para desarrollarme como tal". Es el tiempo dedicado a aprender a tocar algún instrumento... en fin el momento en el que desborda la energía creativa, y nos hallamos poseídos por algún daímon divino, que nos impulsa a crear, a fortalecernos como seres humanos y a conocernos a nosotros mismos. 



                                                " El Asombro, ver más allá"


Esta conocida xilografía, usada como portada de algunos libros de filosofía y que ha ilustrado muchas páginas de libros ocultistas y/o astrológicos nos hace pensar en un grabado renacentista. Sin embargo no es así, ya que pertenece a los últimos años del siglo XIX. La imagen es obra del astrónomo francés Camille Flammarion (1842-1925) quien dominaba la técnica del grabado en madera. 

Simbólicamente se ha interpretado que el hombre arrodillado representa un peregrino, un alquimista o un filósofo (el bastón que lleva en la mano lo diferencia de un monje) que, en su búsqueda de la esencia, ha encontrado el punto por el que salir de su realidad familiar y cotidiana (urbi) para descubrir que más allá (orbe)... no aparece el medieval coro de los ángeles y la ciudad de Dios, sino la complicada maquinaria celeste de los relojes de los ciclos infinitos.
Otros afirman que simboliza la idea de que la realidad sensible, la de lo cotidiano, es mera apariencia y debe ser dejada de lado para acceder a la verdadera realidad, la de las causas elementales.
Para resumirlo, el hombre que asoma la cabeza, está naciendo a una época nueva, a un nuevo modelo de conocimiento.


                           
                                     "La vida es muerte y la muerte es vida". El Oscuro


Esta frase es muy conocida dentro del mundo de la reflexión y la filosofía, hace referencia a la contradicción constante en la naturaleza, a la lucha de contrarios y a su armonía sin embargo presente siempre en el uno o logos -según Heráclito-, conocido como el oscuro por hablar "contradictoriamente". 

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